En la vida cada uno escoge su propio compañero de viaje, sea de la especie que sea, pero hay que admitir que no es muy frecuente elegir a un pez como Yoriko para acariciar y llenar de mimos.
Sin embargo viendo a Hiroyuki Arakawa, este buceador de japonés de 79 años, y la conexión que ha establecido con Yoriko hace que todo parezca sencillo y natural.
La primera vez que coincidieron ambos fue hace unos 30 años, pero su amistad comenzó a consolidarse cuando Arakawa le alimentó durante unos días en los que el pez no se encontraba muy bien.
Ahora, 25 años después da gusto observar esa complicidad entre ambos y cómo este pez lábrido asiático se deja mimar, eso sí solo por este humano ya que es al único al que le permite tanto arrumaco.
Hiroyuki Arakawa es el encargado de vigilar un santuario de la religión sintoísta en la bahía Tateyama, en Japón. Son muchos los animales marinos que se acercan a esas aguas, pero ninguno ha calado tan hondo como Yoriko.
Según nos cuentan en Boredpanda:
Un estudio científico reciente demostró que los peces pueden reconocer rostros humanos, algo muy importante. “Los científicos ponían 2 imágenes de rostros humanos ante los peces y los entrenaban para elegir una. Transformaron las imágenes para ponérselo más difícil, pero aún así eran capaces de elegir la cara más familiar el 86% de las veces,” dijo a CNN la doctora Cait Newport de la universidad de Oxford.
Vía: Boredpanda
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