En algunos países se está extendiendo la práctica de ayudar a víctimas de delitos o a testigos de sucesos violentos a declarar en un juicio apoyados con la presencia de un perro, debidamente entrenado, conocido como Courthouse Dog.
Imagina la angustia que tiene que sentir por ejemplo un niño a la hora de enfrentarse en un tribunal a alguien que le causó algún tipo de daño.
Este es el caso de una niña canadiense de 10 años que tuvo que testificar como víctima de un asalto sexual en la Columbia Británica.
En todo momento estuvo acompañada por un amable Labrador Retriever, llamado Caber, quien tumbado a sus pies le transmitía calma y le daba seguridad cuando tenía que contar lo sucedido. Tal y como recoge el Washington Post:
Según comentan los testigos, la chica sujetó la correa de Caber durante su largo testimonio y se agachó para acariciarlo en diversas ocasiones. En un momento, la chica incluso se bajo a abrazar y jugar con Caber.
Pero no solo en Canada, también en Estados Unidos es frecuente recurrir a Courthouse Dogs para afianzar a testigos y víctimas en sus declaraciones e, incluso, para facilitar un entorno menos hostil en juicios en los que hay posturas muy enfrentadas.
También es frecuente que proporcionen ‘auxilio a los forenses cuando examinan a menores o a personas con capacidad diferente ya que ayudan a reducir la ansiedad y aumentan la seguridad’, como nos cuentan en Público.
Pero a los que más ayudan es sin duda a los niños, a los que en algunos casos consiguen incluso sacar de su silencio y permitirles expresar con menor temor alguna situación traumática vivida.
Vía: Mundo Animalia, Público
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